La revisión ortopédica es fundamental para vigilar el desarrollo y buen funcionamiento del sistema músculo-esquelético de un pequeño, y es recomendable realizarse haya o no, algún padecimiento notorio.
¿Qué se puede detectar?
Dentro de los problemas ortopédicos en recién nacidos, destacan algunos que son las causas principales de las consultas a ortopedia pediátrica: displasia del desarrollo de la cadera, pie equino varo y acortamiento de alguno de los miembros pélvicos (piernas).
Además, es muy importante realizar la primera visita durante los primeros días de vida, porque algunas patologías pueden manejarse con tratamientos conservadores, con un buen pronóstico si se colocan tempranamente.
Consultas periódicas
En aquellos casos detectados en la primera consulta, en los que existen factores de riesgo o se encontraron ciertos hallazgos que deben vigilarse, hay periodos críticos para el seguimiento oportuno. Si la primera valoración resultó sin problemas, se recomienda una segunda visita cuando el pequeño empieza a caminar, a los 11 meses o al año de edad, para determinar si hay alguna alteración en la marcha.
Las visitas sistemáticas con el ortopedista pediatra son muy recomendables para mantener una buena calidad de vida, incluso si se trata de pacientes sanos, en este sentido los padres pueden recibir consejos valiosos.
La evaluación de salud de un niño debe ser integral e iniciar durante los primeros días de vida. La atención del aparato músculo-esquelético a lo largo de la infancia dará frutos para un adecuado desarrollo y función para toda la vida.
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